Escribe al autor
You can use this page to email Pablo D. Flores about La Gran Máquina.
Sobre este libro
La Gran Máquina cuenta la historia de una colonia humana extraterrestre. Forzados a sobrevivir en un planeta con una presión atmosférica que cuadriplica la de la Vieja Tierra, unas pocas ciudades, separadas por cientos de kilómetros, amontonan su población en las cimas vertiginosas y las altas mesetas de un par de cadenas montañosas, donde el aire es puro y respirable. Al nivel del suelo una jungla sofoca el paisaje; agresivos animales sésiles respiran y reproducen una atmósfera tóxica. Ante la caída de un objeto proveniente del espacio, un pequeño grupo de exploradores baja de las montañas para ir en su busca, sin saber si se encontrarán con un meteorito inerte o con el desembarco, por primera vez en milenios, de seres inteligentes en su mundo.
Éste es mi segundo libro de ciencia ficción. El primero, Historias de Costaymar, trataba de cinco momentos diferentes en la historia de una colonia humana. La Gran Máquina, en cambio, no forma parte de una secuencia temporal o argumental y puede leerse por su cuenta.
Sobre el autor
He sido lector y escritor casi desde el mismo momento, aunque la calidad de mi lectura mejoró con mucha mayor rapidez que la de mi escritura. Mi género de elección es la ciencia ficción. Asimov y Clarke fueron mis maestros: su fama y su prolífica obra los hacían accesibles, en una época donde había que ir hasta una biblioteca y buscar físicamente entre fichas de cartón para encontrar un libro. Autores más difíciles, más enredados, tomaron su lugar más tarde. Les debo mucho a los mundos extraños de Brian Aldiss, a los tiernos y salvajes personajes de Ursula K. LeGuin, a la sensatez en medio de las alucinaciones de Philip K. Dick; también, en otro orden, a la épica de los más pequeños de Tolkien y las salidas airosas de los pícaros de Vance. Y sobre todos ellos y más allá, firme como una estrella polar, la perfección de la voz de Borges.
Soy argentino, nacido en Rosario, provincia de Santa Fe, y allí mismo vivo. No creo que haya vida después de la muerte, pero si algo espera después, quisiera que fuese una biblioteca.